entre
el sol y la tarde
los últimos testigos.
Como
una nube
en
las gotas del cristal
Voy
dibujando las curvas
que
humedecen los días
del
ave migratoria.
Los
poemas de la infancia
abren
alas en brazos de la noche
de pequeñas fosforescencias marinas
que
guardo para tu próximo regreso.
Allá nos iremos,
al diálogo obligado del río
o seremos el humo para siempre.